Raudo News
22 de Diciembre de 2017 | 13:42
MARKETING

Cómo publicitar emprendimientos rentables

 

Nos bombardea la publicidad. Allí adonde vayamos, siempre hay un cartel publicitario en la estación de metro, en la parada de autobús, en la radio, en la televisión y en el cine, justo antes de ver una película. Los anuncios se multiplican en Navidad, una época en la que el consumismo está a la orden del día y hay un sinfín de cosas que comprar, como los regalos para nuestros seres queridos y la comida de Nochebuena, Navidad y Fin de Año. ¿A qué se debe este desbordamiento publicitario? Principalmente, a que vivimos en una sociedad capitalista basada en la compraventa de bienes y servicios. Esto significa, por lo tanto, que en cada sector y especialización hay numerosas empresas grandes, pequeñas y medianas que compiten entre sí para darse a conocer y captar clientes.

 

En los tiempos que corren, cuando una de esas empresas nace y crece de forma favorable, durante al menos un año, solemos considerarla un emprendimiento rentable. Nunca es fácil atreverse a abrir una empresa propia, hay demasiados competidores y demasiados negocios ya consolidados. Sin embargo, si se lleva a cabo un buen briefing o borrador del nuevo negocio, podemos encontrar algo que nos distinga de todos los demás. Ese «algo» es lo que finalmente nos lleva a decidir qué negocio poner y cómo nos gustaría enfocarlo; y de allí, es de donde sale la campaña de publicidad. Respondiendo a la pregunta que nos hacíamos al principio, el motivo de que exista tanta publicidad es ese. Toda ella debe enfocarse no solo en dar a conocer los nuevos emprendimientos rentables, negocios y empresas, sino a explicar al consumidor por qué son atractivos, novedosos y distintos a todos los demás.

 

En definitiva, deberíamos pensar en ello la próxima vez que veamos un anuncio, lo escuchemos o lo leamos. Las campañas publicitarias llevan tiempo y es difícil hacerlas, porque han de ser efectivas además de artísticas. Es un campo apasionante que, en general, está un poco infravalorado, sobre todo porque en televisión interrumpe nuestros programas favoritos. La próxima vez, intenten valorar algo mejor su estética y su funcionalidad, se sorprenderán.