El negocio de las inmobiliarias, una forma de emprender con éxito

Ante el panorama  desalentador de encontrar un empleo digno, son muchos los que se abren camino como emprendedores. Una de las vías que más éxito está teniendo es el recurso de las franquicias. Se trata de un modelo de negocio en el que se aúnan los intereses de ambas partes,  por un lado la empresa franquiciadora que ha logrado el éxito en su negocio y que busca una forma de expandirse y,  por el otro lado, la persona física o jurídica que paga por la explotación de una compañía, en una determinada zona de la geografía y por un tiempo establecido y pactado entre ambas partes.

Uno de los grandes incentivos que presenta este tipo de negocio es el hecho de que tanto el franquiciador como el franquiciado tienen intereses comunes. El franquiciado, porque cuenta con el respaldo de una gran firma de éxito, no tiene que abrirse camino y darse a conocer para atraer clientes y la empresa que ofrece la franquicia porque sus éxitos dependen, en gran manera, de los logros que obtengan los responsables de sus franquicias.

La ventaja principal de iniciarse en el mundo de los negocios a través de este sistema es que ya la idea ha sido probada y funciona. Por experiencia propia o de otros, no es un caso aislado que pongamos en marcha  algo que teníamos en mente y nos parecía un plan innovador, ambicioso y con poca o nula competencia  y con el que íbamos a obtener una excelente respuesta por parte de los usuarios del servicio o clientes del producto y ha sido todo un fracaso.

Todos estaremos de acuerdo en las grandes pérdidas y cierres de empresas dedicadas a la construcción que se produjo durante el periodo de crisis que atravesamos unos años atrás, pero, justo ahora que está comenzando la recuperación, es un buen momento para montar una franquicia inmobiliaria.

Los movimientos de comprar, vender y sobretodo alquilar pisos y casas ya empiezan a despuntar con fuerza y es tiempo de aprovechar la ocasión. Sin miedo a qué negocio poner por si  fracasamos, vamos a confiar nuestro empeño y ganas de trabajar en un negocio ya consolidado, con resultados más que evidentes, lo que implica, menos riesgo y el respaldo de una cobertura asistencial de una marca ya conocida y publicitada.

Cualquier persona interesada en iniciarse con emprendimientos rentables, debe saber que además del apoyo y la experiencia de la empresa franquiciadora, debe aportar su propio esfuerzo y dedicación para lograr el éxito.