Raudo News
12 de Abril de 2022 | 12:20
Pastelerías

Las alegrías que nos ofrecen las fábricas de pastelería

No debemos abusar de dulces, lo sabemos; pero también deberíamos saber que renunciar a ellos no es una opción. Dicho de otro modo, podríamos decir que la renuncia total a ellos, al menos si nos encantan, tal vez no afecte a nuestra salud física, pero sin duda afectará a nuestra salud mental. Como suele decirse en estos casos, o más bien como suele aseverar cualquier nutricionista, en el equilibrio está la clave, siempre entendiendo la tan conocida pirámide nutricional. Si nos alimentamos cada día bien y de forma sana, ¿Qué hay de malo en acudir de vez en cuando a una pastelería industrial de Madrid y merendarnos una rica porción de tarta de tres chocolates o una crepe bien rellena de trocitos de plátano, que además son de por sí una fuente de potasio?

 

A fin de cuentas, no podemos obviar el hecho de que vivimos en una época de renuncias. Desde marzo de 2020 hemos ido poco a poco normalizando renunciar a cosas importantes para nosotros, sobre todo desde el punto de vista social; y eso sin mencionar que lo primero a lo que renunciamos fue a salir durante meses. El confinamiento ocurrió y, aunque actualmente ya no haya períodos de confinamiento, sí que los hay de cuarentenas si finalmente nos contagiamos de cualquiera de las variantes de COVID-19. En fin, para resumir, digamos que la pandemia ha sido una fuente constante de estrés, ansiedad y angustia; y si disfrutar de nuestros productos de fábrica de pastelería nos ayuda a sobrellevarlo mejor, no estamos haciendo nada malo.

 

Eso sin mencionar las épocas de mayor consumo de dulces. Más bien la época, en singular, ya que la Navidad es sin duda el momento en el que nos atiborramos de mazapanes o turrones o, mejor aún ya que hablamos de pastelerías, de roscones de Reyes. Sin duda esta época tradicional, muy importante para mucha gente que se reúne con familiares a los que no ve desde hace mucho tiempo, también se ha visto afectada por la era del coronavirus; y, también sin duda, compensar un poco las restricciones paladeando un delicioso roscón es lo mínimo que podemos hacer.