Raudo News
4 de Septiembre de 2019 | 11:59
Alimentación

La alimentación ecológica y el aumento de gastos

La alimentación vegetariana y vegana se está convirtiendo en una realidad relativamente habitual. Si bien las personas que han abandonado definitivamente el consumo de carne y, tal vez, también de lácteos, aún son minorías, cada vez está más normalizado el hecho de conocer al menos a una persona que ha decidido dar el paso y cambiar su dieta.

El activismo creciente por los derechos de los animales tiene mucho que ver, así como el activismo anticapitalismo, que quita de los ojos la venda en lo relativo a la concepción de los animales como productos de consumo.

Sin embargo, pocas personas se atreven a cambiar sus hábitos de consumo en materia de alimentación. El paso de una dieta basada en productos animales es duro si se elimina de ella la carne, pero lo es todavía más si además se renuncia a la leche, los huevos o el queso. No obstante, hay personas que no lo hacen no tanto por dependencia psicológica, sino por impedimento económico. Dicho de otro modo, la dieta vegana, más que la vegetariana, puede ser cara, sobre todo si buscamos sustitutivos exactos de los alimentos que hasta ahora siempre hemos consumido.

Podríamos decir que el aumento de los gastos de la cesta de la compra tampoco se notará tanto. Y si se nota, siempre podemos valernos de la ayuda de créditos rápidos online. No obstante, lo ideal investigar opciones. No solo posibles sustitutos, sino marcas y los espacios en los se pueden encontrar.

Ya existen productos cien por cien veganos y vegetarianos en los supermercados cotidianos, pero la mayoría pertenecen también a industrias cárnicas, con lo cual no resulta tan atractiva la idea de desperdiciar préstamos rápidos en ellos.

Sin embargo, los productos que pertenecen a empresas cien por cien verdes o a granjas ecológicas, conocidas porque los animales pastan en libertad, son difíciles de obtener y también más caro. Ocurre lo mismo en el caso de los alimentos de agricultura ecológica, es decir, cultivados sin pesticidas ni elementos químicos nocivos. Llegados a este punto, cada cual debe elegir el camino que más fácil y ético le parezca.