Cuidar el cabello con productos naturales de calidad

El verano llega a su fin y, con él, los baños en el mar y en la piscina. Al menos, en cuanto el otoño, con su suave pero persistente frío, empiece a hacer acto de presencia. Tal vez sea ese el momento idóneo para empezar a cuidarse el pelo, que, merced a la acción de los elementos, tanto la sal marina como el viento y el sol, es normal que esté más seco y estropeado que antes de que diera comienzo el período estival. Si nos apetece tomarnos un poco en serio restaurar nuestras raíces capilares, fortalecer nuestras puntas e hidratarnos el cabello en general, quizá también podamos tomar otra decisión interesante y acertada: la de buscar en internet un champú natural sin químicos.

Porque los productos capilares éticos y naturales están, cada año que pasa, más solicitados, y por una buena razón. No solo es imprescindible que empecemos a interiorizar al fin el mensaje ecológico de que, si no cambiamos nuestros hábitos de consumo, el planeta saldrá todavía más perjudicado de lo que ya lo está debido al cambio climático, sino que, aunque a simple vista no lo parezca, los químicos industriales de los champús o los suavizantes a la venta en grandes superficies son, a medio y largo plazo, perjudiciales para nuestro pelo. Puede que, al tacto, las gelatinas agregadas a un producto hidratante parezcan positivas, pero estamos sometiendo a nuestro cabello a mucho estrés.

Una mascarilla natural para el pelo, sin embargo, prescinde de esos agregados peligrosos para la salud capilar y, aun así, siguen siendo tremendamente hidratantes. Sin embargo, y a pesar del auge progresivo y en alza de este tipo de soluciones de calidad para nuestro cabello, sea este graso, seco, teñido o de color natural, todavía no es tan fácil encontrarlos en las tiendas convencionales. Como decíamos al principio, hay que irse a internet, donde no será complicado encontrar una tienda especializada en cualquier clase de tratamiento de hidratación para el pelo incluyendo, claro está, los acondicionadores, y otros, sin químicos y de elaboración sostenible al margen de industrias. En definitiva, es justo lo que nuestro pelo necesita.