Raudo News
18 de Diciembre de 2017 | 11:46
CULTURA

Sepa en España: un modelo a seguir

 

La psicología nos enseña a conocernos a nosotros mismos y a conocer a los demás. Es, por así decirlo, la expresión última de la filosofía, que nació desde el primer instante en que nuestros antepasados fueron conscientes de su existencia y empezaron a cuestionarse algunas cosas. Por eso, me sorprende que muchas personas no les den a estas dos disciplinas el reconocimiento que merecen; a la primera, porque es la base de todo cuanto hacemos en este mundo; y a la segunda, porque es la ciencia de la psique humana, y además, cura trastornos mentales. Cuando hablo de reconocimiento, no me refiero solo a que haya cátedras y carreras universitarias, sino a que existan asignaturas de filosofía y psicología básicas en los colegios para que los niños aprendan a valorarlas desde una edad temprana.

 

Hay otra cosa que hace falta, quizás ya más para las personas adultas que para los niños y es la presencia de asociaciones y sociedades especializadas en estudiar cada rama de la psicología y del saber. Hay muchas, es verdad, pero creo que debería haber más. Siempre me gusta usar el ejemplo de Sepa en España para hablar de esto, pues la Sociedad Española de Psicología Analítica es un digno ejemplo de lo que debe ser una sociedad creada para estudiar a un pensador concreto y un tipo de psicología específica. Todo ello, por supuesto, se hace a través de artículos, debates y eventos muy diversos. Porque además, la psicología junguiana es uno de los pilares de la psicología y uno de los pensamientos más útiles para conocer y clasificar el entorno que nos rodea, algo vital para desmenuzarlo y aprender más sobre él.

 

Pero no es suficiente. Deberían surgir nuevas sociedades que usen ésta como ejemplo para así potenciar la psicología y no relegarla a un segundo plano. O peor aún, a la categoría de las pseudociencias, cosa que no es en absoluto. Por ejemplo, yo abogo por las asociaciones de psicología feminista o antirracista, pues nuestra concepción de la psicología arrastra demasiadas problemáticas eurocentristas que sitúan al hombre blanco como centro del mundo. Aún podemos hacer mucho.