Raudo News
23 de Junio de 2022 | 13:29
Psicología

Sepa en España y el intercambio de ideas junguianas

Si nos gusta la psicología, en más de una ocasión nos habremos parado frente a la sección correspondiente en una librería o en una biblioteca. Habremos comprado algún libro interesante o habremos sacado uno en préstamo. Por extensión, habremos disfrutado de su lectura, aprendido nuevos conceptos, reflexionado sobre la psique humana a nivel individual y en su conjunto. Es posible, de hecho, que algunos de esos libros hayan sido de psicología junguiana precisamente porque nos apasionan las ideas de Jung. Sin embargo, y pese a que sin duda habrá merecido la pena dicha lectura, puede que también notemos que nos falta algo, una especie de vacío motivado, sin duda, por la ausencia de personas con las que dialogar, debatir y compartir los conocimientos adquiridos.

 

Por suerte, no lo olvidemos, vivimos en la era de internet. Eso también influye en la psicología. En otras palabras, el aprendizaje pasivo e individual a través de libros, todavía posible y apasionante, no es la única alternativa a nuestro alcance, también es posible contactar con comunidades enteras de personas que comparten nuestra pasión sin que las barreras geográficas de ninguna clase nos lo impidan. Siguiendo con el ejemplo de Jung, eso es exactamente lo que sucede en el caso de la Sociedad Española de Psicología Analítica. Su nombre ya sugiere la agrupación de personas con un interés en común: Jung y sus arquetipos, su inconsciente colectivo y otros muchos de sus pensamientos clave.

 

Por lo tanto, Sepa en España nos permite poner en común con otras personas eso que hemos aprendido en los libros y, por qué no, promover la evolución de la psicología de este importante pensador a través de ese diálogo sano que a menudo necesitamos para sentirnos realmente vivos. Además, las comunidades online de psicología, como las mencionadas, promueven también la aplicación práctica de la teoría psicológica en los contextos que ahora vivimos, sean una pandemia global, una guerra en Europa, o sencillamente las consecuencias humanas del capitalismo tardío. En conclusión, internet ha fomentado las comunidades de personas que, lejos de querer encerrarse en sus propias ideas inamovibles, desean que fluyan con las de otras muchas personas.