Raudo News
26 de Agosto de 2021 | 12:29
Inmobiliarias

¿Por qué son tan confortables las villas de Menorca?

¿Qué tienen las casas en Menorca que destacan por encima de los alojamientos vacacionales más lujosos y tradicionales, como los hoteles y los apartamentos de tres o más estrellas? Es una respuesta que podemos intuir cuando investigamos las posibilidades que tenemos a nuestro alcance a la hora de alquilar y reservar estas villas para nuestras vacaciones, ya que a través de las fotos adivinamos lo confortables y bonitos que son en general. No obstante, es una vez que estamos al fin instalados en una de ellas cuando lo entendemos: las casas menorquinas, en general, aúnan en un solo espacio la tradición regional y el lujo vacacional más moderno.

 

Porque, si tomamos la acertada decisión de reservar un alquiler de casas de lujo en Menorca, viajamos por fin a esta preciosa isla para disfrutar de un merecido descanso y pasamos al menos unas horas, o quizá un día entero en ella, apreciaremos muchísimas ventajas. Para empezar, la intimidad, pues las villas están en general lejos de vecinos y de la gente en general. Son agradables casas de veraneo rodeadas de césped y naturaleza, y en medio de todo ese verdor normalmente destaca una refrescante piscina, que, durante los días que hayamos decidido estar en este bonito destino turístico, será completamente nuestra.

 

Si darnos un baño en la piscina o la intimidad en general no bastan para convencernos, y no cabe duda de que el segundo es un requisito indispensable ahora que todavía sigue presente sobre nosotros la pandemia de la COVID-19, sin duda nos convencerán las casas en sí, normalmente equipadas con agradables terrazas al aire libre, dormitorios, salas de estar y, en fin, todo lo que hace falta en un hogar para sentir que es acogedor y que, a grandes rasgos, iguala o incluso supera a nuestra propia casa.

 

Ese es el don principal de las villas de Menorca, hacernos creer que no nos hemos movido de casa, y al mismo tiempo ofrecernos todos los lujos de cualquier habitación de hotel. Así, tras pasar el día explorando las ciudades, los pueblos o las sugestivas playas, sentiremos que volvemos a casa.