Raudo News
18 de Noviembre de 2020 | 12:26
Ascensores

Montaje de ascensores en tiempos de pandemia

En esta época de pandemia los ascensores, como cualquier espacio cerrado en general, también se han visto limitados en muchos aspectos. Aun con el uso obligatorio de la mascarilla se recomienda, y en algunos casos incluso se obliga, que solo suba una persona o, como mucho, dos o más si son personas convivientes. Por otro lado, la desinfección de los mismos es una labor necesaria y obligada todos los días, para que así en todos los casos y lo use quien lo use siempre sea un espacio de seguridad frente al virus. Es importante recordar que, si bien subir por las escaleras es una opción, no todo el mundo puede hacerlo; mucho menos las personas mayores, que además son grupo de riesgo y merecen poder utilizar elevadores de manera segura.

 

Si gestionar los ascensores durante la crisis de la COVID-19 ya es en general complicado en cualquier lugar, en ciudades especialmente llenas de gente, como Madrid, es aún peor. El servicio de montaje de ascensores en Madrid no debe detenerse, sigue siendo esencial que todos los edificios de la capital, o por lo menos la mayoría, dispongan de esta facilidad mecánica. Sin embargo, ahora no solo es importante diseñar protocolos de mantenimiento de ascensores en Madrid, sino también medidas de seguridad concretas para evitar cualquier posibilidad de contagio.

 

De hecho, en este caso montaje y seguridad sanitaria van de la mano. Lo peor que podría ocurrir si dos personas no convivientes cogen un ascensor es que se quede trabado en algún piso o hueco. Por esa razón, ese mencionado protocolo de mantenimiento debe incluir, por un lado, medidas de prevención para que eso no pase; y por el otro, soluciones eficaces y rápidas relativas a la reparación de ascensores en Madrid en caso de que ocurra lo peor.

 

Aunque la crisis tenga un fin, todavía es lejano, y mientras tanto lo único que podemos hacer es desarrollar políticas eficaces que faciliten la vida de las personas. No se trata de precintar los ascensores o dejar de usarlos porque eso no es posible, pero sí pueden convertirse en zonas de seguridad.