Modo de uso de las mascarillas de tela

Aunque en la actualidad, con la crisis sanitaria en la que estamos inmersos, las mascarillas ya se han convertido en una realidad cotidiana de nuestro día a día, todavía nos resulta muy extraño y ajeno su uso. Y es que cambiar en solo unos meses una concepción social que ha durado años, es decir, que las mascarillas en los países occidentales no tienen por qué utilizarse ni siquiera para no contagiar gripes o resfriados simples, no es fácil. Por eso, aunque ahora las usemos en cuanto pisamos la calle, seguimos sin entender muy bien qué tipos hay, cuáles son las mejores y de qué forma se desinfectan. Por así decirlo, aprendemos a base de ensayo y error.

Teniendo esto en cuenta, es lógico que la inmensa mayoría de la población se vaya a lo sencillo: o a las mascarillas desechables homologadas que se compran en los supermercados, o a las mascarillas de tela reutilizables. La ventaja de las primeras es que, al ser de un solo uso, siempre y cuando ese uso no supere las cuatro horas y no se utilice tampoco apenas unos minutos, se tiran a la basura en cuanto llevan a cabo su labor diaria. Pero presenta una serie de desventajas. Para empezar, son mucho más contaminantes, y además nos obliga a tener que comprar y reponer cada mes, en ocasiones incluso cada semana.

Para evitar estas situaciones, comprar mascarillas de tela puede ser la mejor opción. Al reutilizarlas, no contaminamos, no gastamos tanto dinero y por añadidura tenemos más posibilidades de tener en cuenta la estética personal a través de los distintos colores y diseños disponibles, lo que para mucha gente es imprescindible desde el punto de vista de la salud mental. Sin embargo, el problema reside en desinfectarlas y lavarlas, que no es tanto problema en realidad si nos hacemos una rutina de lavado y de cuidado con las mascarillas de tela que vayamos adquiriendo.

De esta manera, las mascarillas acabarán siendo no solo algo cotidiano, sino un elemento de nuestra vida que sabremos controlar. Aprender esto es fundamental para sobrellevar la complicada situación actual.