Raudo News
14 de Agosto de 2020 | 13:22
Construcción

La opción de comprar y rehabilitar un edificio a largo plazo

Vamos a afrontar esta realidad económica y material: hoy en día no es nada fácil mudarse y pagar un alquiler, no digamos ya dar una entrada hipotecaria para comprar una casa. No es que sea imposible, pero la precariedad laboral campa a sus anchas, y sin trabajos estables con perspectivas de futuro difícilmente podemos invertir a largo plazo en algo tan aparentemente sencillo como una vivienda. Porque lo que debería ser un derecho básico, es decir, disponer permanentemente de un techo con agua y electricidad, no lo es.

 

Así están las cosas, pero, repetimos, eso no significa que sea imposible comprarse una casa. Tenemos que ser más creativos a la hora de conseguirlo, eso sí, y desde luego no podemos permitirnos el lujo de precipitarnos y dar un paso en falso. Pero ¿qué podemos hacer para obtener una vivienda que a largo plazo sea nuestra sin que el dinero gastado en ella sea excesivo? Fácil, aunque complicado: comprar una casa sin amueblar que necesite reformas integrales y la contratación de servicios de rehabilitaciones de edificios.

 

Comprar una casa que no ha sido reformada y que necesita ser mejorada en diversos aspectos puede no ser demasiado atractivo a simple vista, pero tiene una ventaja: el precio de la casa o del piso se abarata, y muchas personas entonces pueden plantearse de verdad la posibilidad de adquirirla. Eventualmente tendremos que afrontar las reformas, ya sea solicitando rehabilitaciones de fachadas para reforzar o volver a pintar las fachadas interiores, o reforzando también suelos, techos, baños o cocinas.

 

De hecho, hay pisos que vienen directamente sin muebles de cocina. Esto es un problema a corto plazo, pero a largo plazo nos permite adquirir poco a poco los muebles y electrodomésticos básicos, porque tenemos la posibilidad de ir ganando el dinero de la reforma poco a poco. Esto es así tanto a la hora de amueblar como en el momento de invertir en rehabilitaciones de cubiertas para reparar las goteras de un baño. Al final, y por supuesto a la larga, saldremos ganando y tendremos una vivienda. Será difícil, pero desde luego, no algo imposible.