Raudo News
26 de Julio de 2019 | 11:56
ECONOMÍA

Hábitos que matan tu bolsillo

Cualquier hábito tiene una fuerza imparable en tu vida. Bien sea para bien o para mal, las pequeñas acciones cotidianas son las que marcan tu destino. Subestimar este hecho significa dejar de lado la responsabilidad de tus acciones. Nada, o casi nada, pasa de la nada. Todo viene como consecuencia de algo que has estado gestando desde hace algún tiempo.

Si crees que es algo demasiado complejo para pequeñas cosas que haces todos los días, solo ve cualquier objetivo que hayas logrado y compáralo con uno que no. Si planeas alcanzar una meta, qué mejor que dedicarle. Si hablas un idioma aparte del materno, sabrás que es cuestión de que has practicado muchísimo. Pero si quieres correr un maratón y no entrenas, no lo vas a conseguir.

Estos dos ejemplos te pueden servir para visualizar un poco cómo tus hábitos afectan a tu situación financiera. Aquí tienes algunos que resultan terriblemente dañinos:

Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito, sin terminar de saldar tu deuda con el banco. Esta es un forma de endeudarte demasiado sin que te des cuenta. Puedes llegar con facilidad a la morosidad si algo se sale de tu control. En caso de que eso ocurra, puedes optar por préstamos con ASNEF para que tengas una base para afrontar tus problemas financieros. Recuerda tener siempre un plan de acción detallado.

No decir que NO. Si tienes este mal hábito, muchas personas te van a buscar para pedirte dinero, lo requieran o no. Si no tienes el carácter necesario para pedirlo de vuelta, estarás poniendo un hueco a tu bolsillo. Hay multitud de opciones de créditos online para salir de apuros, háblales de esta alternativa a quienes te pidan prestado.

También deberás ser tajante cuando te traten de vender algo que no quieres. No caigas en la insistencia de los vendedores, ya que ellos ganan en comisiones a costa de que te metas en un apuro económico.

La terapia de las compras. Esto siempre, pero siempre pasa, de una forma u otra. Bien sea un par de tragos, un corte de cabello, renovar el clóset, etc., siempre hay algo que no pareciera ser un gasto dañino, pero que se repite una y otra vez con la excusa de que es por terapia o por celebración. Hay maneras gratuitas y que resultan sanas. Prueba con el ejercicio o con una escapada de fin de semana.

No ahorrar. Las emergencias siempre están a la orden del día. Lo único que sabes que te van a pasar en cualquier momento. Y siempre va a ser en una oportunidad en la que estés mal económicamente, si no tienes un fondo preparado para ello. Ten tu caja de ahorros exclusiva para urgencias.