Raudo News
26 de Agosto de 2021 | 12:48
Psicología

Formarse en psicología junguiana a través de Sepa

A menudo se piensa que cierto tipo de contenidos de índole académica no son adecuados para niños o adolescentes. Hasta cierto punto, eso es verdad, y por eso se recomienda iniciar a los más pequeños y los más jóvenes en la lectura a través, por ejemplo, de relatos cortos de terror o novelas breves y sencillas de fantasía y ciencia ficción. Esta idea la podemos aplicar también a diversas disciplinas del saber, como la filosofía o la psicología. Lo cierto es que, si sabemos cómo hacerlo, cómo explicar a los niños las ideas de los pensadores más ilustres, de manera fácil y tal vez como si fuera un cuento, podemos despertar en ellos el interés.

 

De hecho, es posible que muchas de las personas que hoy en día investigan las ideas junguianas entrando en webs como la de Sepa hayan sido, en su momento, niños o adolescentes a quienes un día se les despertó la chispa del interés. También puede ocurrir siendo adultos jóvenes, pero no es lo importante. La idea fundamental de esta reflexión es que, a ciertas edades, no podemos cargar a las personas con losas de conocimiento pesadas y aburridas. A un niño de catorce años no se le abrirá el apetito por leer a Jung si le invitamos a entrar en la web de la Sociedad Española de Psicología Analítica; pero, si lo hacemos bien, él mismo, curioso, tomará esa decisión.

 

Por otra parte, y como suele decirse, ni tanto ni tan poco. Tan erróneo es intentar despertar el interés de los más jóvenes en la psicología mediante enseñanzas más bien indicadas para personas que ya tengan unas bases y un interés formado, como subestimar a los más jóvenes. Los niños piensan y razonan, y los adolescentes ya empiezan a tener sus primeras inquietudes filosóficas.

 

Ellos, por ejemplo, habrán pensado ya muchas cosas respecto al funcionamiento de nuestra sociedad durante la crisis sanitaria de la pandemia del coronavirus. Por tanto, puede ocurrirles exactamente lo mismo con la psicología junguiana, o con las ideas de Platón, Descartes y otros pensadores. Los adultos tenemos una responsabilidad como educadores.