Raudo News
28 de Febrero de 2020 | 12:31
ECONOMÍA

¿Es malo pagar una deuda con otra?

Hay una creencia popular que dice que no conviene pagar una deuda con otra, que es tan fuerte que el tema se considera un tabú. La comparación que se hace dice que es como cavar un hoyo para tapar otro. El problema con estas creencias es que no son una certeza de un hecho real porque no están sustentadas.

El auge de los créditos online es increíblemente grande en todo el mundo, lo que ha llamado la atención de diferentes empresas y analistas que buscan estudiar el fenómeno o unirse a la tendencia. Las estadísticas recopiladas dicen que más de la mitad de las solicitudes de préstamos online en ASNEF se hace para pagar una deuda anterior.

El tabú viene porque no todas las personas hacen esta solicitud y lidian de forma inteligente con sus deudas. Más bien, el motivo es que toman malas decisiones financieras por desinformación, lo que implica que se verían en una mala situación incluso si no acudieran a estos créditos.

En realidad, es una estrategia muy beneficiosa si se aplica de la forma correcta, lo que logra apenas un puñado de los solicitantes. El motivo es bastante simple: buscan pagar deudas caras al solicitar unas más baratas. De esta manera, no sólo se está saliendo de una situación comprometedora, sino que también se está obteniendo algún tipo de beneficio.

En realidad es una práctica bastante común en las empresas multinacionales, el gobierno y los entes que manejan grandes cantidades de dinero. De vez en cuando, los gobiernos se endeudan para pagar otros préstamos con intereses demasiado elevados. Esto es lo que se conoce como refinanciación.

La refinanciación se hace de forma constante en el mundo, aunque los que van a salir bien parados lo que la hacen en buen momento, bajo las condiciones apropiadas. De todas maneras, sigue siendo una operación riesgosa porque siempre queda una deuda, y a veces se podría hacer imposible solicitar otra para pagar y que no se acumulen los intereses.

La nueva deuda debe tener unos intereses más bajos a la hora de pedir el préstamo, y que no aumenten en exceso si hay atrasos. Los planes de pago tienen que ser más cómodos para el solicitante, y que se extiendan a un período posterior de los de la primera deuda.

El refinanciamiento se tiene que hacer siempre en la mejor posición posible. Las condiciones del mercado deben ser óptimas, el negocio tiene que ser sólido o al menos tener un gran potencial para tener éxito, que está siendo retenido por la deuda. Esto último permite que se consigan mejores ofertas de créditos de parte de los prestamistas.

La reputación en estos casos es extremadamente importante para que la oferta de créditos sea mejor porque las empresas crediticias buscan clientes con una buena capacidad de pago. Una compañía que deja de pagar algún crédito a tiempo, independientemente del motivo, no va a recibir otro con mejores condiciones ni más asequible.

Esto mismo aplica para las personas. Un historial crediticio limpio es bastante buscado por las empresas de préstamos. La capacidad de pago es el balance que hay entre el neto de gastos y el ingreso destinado para pagar créditos. Ambos factores tienen que estar en óptimas condiciones para siquiera optar por condiciones de refinanciamiento tradicionales.

En cambio, tener cuentas viejas vencidas es un impedimento para que las solicitudes de préstamos sean aprobadas, incluso si en realidad es el momento en el que más se quiere hacer por cuestiones de urgencia. Sin embargo, la mejor ocasión para consolidar las deudas es cuando todavía no es una paso imprescindible porque la holgura de dinero es lo que permite pagar más créditos.

Las empresas aplican esto no solo pagar pagar deudas, sino también como una manera de darle beneficios a los accionistas. Es por ello que buscan hacer una refinanciación incluso si no tienen problemas para pagar los créditos. Es una estrategia que funciona demasiado bien si se hace con la formación apropiada.

La respuesta es que sí, una deuda se puede pagar con otra. Sin embargo, lo que hay que ver siempre es que las condiciones de la nueva deuda sean mejores que las de la primera. Para ello, hay alternativas de financiamiento que han ido haciéndose un hueco mayor en este mercado que desea realizar este tipo de transacciones.

El resultado es que los créditos de las tarjetas de crédito han bajado considerablemente gracias a la aparición de la gran gama de nuevas empresas prestamistas en el nicho. Así, los créditos de las tarjetas se han ido pagando cada vez más con préstamos de entidades financieras online.

En realidad, este fenómeno hace que la persona se ahorre una buena cantidad de dinero siempre que pague el mínimo de sus tarjetas o si su cuenta genera intereses. Es un perfil razonable de lograr siempre que la persona pague puntualmente.