Raudo News
9 de Noviembre de 2020 | 11:17
Inmobiliarias

Desconectar en una villa de Menorca en la pandemia

¿Es posible que podamos fantasear con tener unas buenas vacaciones en el año en el que estamos? Resulta complicado, ya que la pandemia está todavía en su punto álgido, con subidas y bajadas y cambios importantes en nuestro modo de vida para que podamos, con estas restricciones, contener un poco más esta avalancha de contagios que, por suerte, tiene un fin, lo que no sabemos aún es cuándo llegará. Pero, mientras tanto, somos conscientes de que llevamos meses y meses acumulando estrés, ansiedad y brotes de angustia. La incertidumbre pesa y la única manera de combatirla es desconectando. ¿Y si desconectamos en alguna de las fantásticas villas de Menorca?

 

Aunque es importante en los tiempos que corren autoconfinarse y no exponerse demasiado al contacto social con extraños en ningún tipo de situación, resulta que todavía es posible estudiar la opción de irnos unos días de vacaciones a un entorno totalmente seguro. Menorca no solo lo es por sus estupendos datos, uno de los mejores del país durante la crisis de la pandemia, sino que además es un destino que ofrece un tipo de alojamiento original a la par que seguro. El alquiler en Menorca, por lo tanto, incluye sus villas, que tienen la particularidad de facilitar el distanciamiento social debido a que son, en pocas palabras, hogares privados de alquiler.

 

Por otro lado, no podemos negar una realidad económica: en estos momentos: este año viaja mucha menos gente. Pero ello, sin embargo, ha facilitado que hayan aparecido excelentes ofertas en lo que respecta a poder alquilar casas en Menorca. Así, irnos de vacaciones a una casa privada con nuestra familia o nuestra pareja, disfrutar del sonido del mar y de la piscina o simplemente tumbarse en el sofá en buena compañía, ahora mismo es posible sin que por ello tengamos que afrontar un gasto elevado de dinero.

 

Resulta paradójico decir esto, pero sí, estamos en el mejor momento posible para irnos unos días, aunque sea un fin de semana, a una bonita villa menorquina. Si saneamos nuestra cabeza, podremos afrontar lo que nos queda de pandemia con mucho más ánimo.