Raudo News
11 de Febrero de 2022 | 09:00
Construcción

Aprovechar un curso online sobre construcción

Lo peor que podemos hacer en nuestra vida laboral es estancarnos. En cualquier sector laboral, no importa cuál sea nuestra profesión. Esto último significa que no solo los trabajos de oficina, considerados «intelectuales», están abiertos a que los trabajadores y profesionales de dicho ámbito de trabajo puedan mejorar competencias y habilidades. Los empleos más físicos, y aquí debemos mencionar la construcción, también exigen ese aprendizaje constante, que puede llevar a un albañil, un electricista o un pintor tanto a profundizar en lo que ya sabe, como a especializarse en un campo concreto. Por ejemplo, un curso de trabajos en altura online para desenvolverse adecuadamente en tareas especialmente peligrosas en las que no todos sus colegas están cualificados.

 

Pero hay otros ejemplos que no son tan extremos. Eso sí, es lógico que muchos cursos online de especialización en este ejemplo tengan relación directa con la prevención de riesgos laborales. Si ya era importante antes debido a la dificultad física de estas labores y al manejo de maquinaria pesada y de otra índole, ahora que es fundamental establecer protocolos de prevención frente a la pandemia de la COVID-19 lo es todavía más. Esto significa que no solo la base de trabajadores debería especializarse y mejorar en prevención siempre que pueda, sino también aquellos otros en puestos de responsabilidad a través, por ejemplo, de algún curso de recurso preventivo online.

 

Más allá de la teoría y la praxis de la prevención de riesgos, existe la posibilidad de que un trabajador de la construcción sencillamente quiera perfeccionarse. Esto puede ocurrir de varios modos: por un lado, realizando formación online relacionada con su labor de siempre; y por otro, abrirse camino a través de un campo diferente pero complementario. Así, un albañil titulado bien podría realizar en cualquier momento un curso prl de 20 horas de electricidad, que lo capacitaría para dos tareas en un proyecto.

 

Estos ejemplos, como no podía ser de otra manera, son solo unos pocos de muchos. Ilustrativos, todos ellos, de una era digital en la que por suerte el acceso a la formación complementaria es posible para todo el mundo.